5ª «Edición de Un Café para Compartir
Por un Mérida más accesible, ha sido el eje del encuentro de un «Café para Compartir» organizado por la Plataforma del Voluntariado de Mérida y al que también asistió el alcalde, Antonio Rodríguez Osuna, para recoger un dossier fotográfico de barreras que se convirtió en nuestra ciudad en un entorno hostil para las personas con discapacidad.
Farolas y árboles que entorpecen el paso, contenedores de basura inaccesibles, dependencias municipales y espacios públicos sin bucle magnético, autobuses urbanos sin acceso para discapacidades sensoriales, escalones, semáforos sin sistema auditivo.
Una suma de barreras de la que también la ciudadanía es responsable, como las fotos de los edificios de viviendas que ocupan la calzada, haciendo que las aceras sean aún más estrechas, vehículos atravesados, en ocasiones por un momento y en otras como aparcamientos permanentes, y también los testimonios y reflexiones de las más de sesenta personas que ayer acudieron a la convocatoria de la Plataforma.
La tarde se inició con la proyección de un video sobre los problemas diarios de personas con discapacidad, para continuar con la presentación de una aplicación informática para situar en el mapa los problemas de accesibilidad. Se trata, como dijo el presidente de Esclerosis Múltiple de Extremadura, Ramón Sosa, de poner “la tecnología al servicio de la gestión de la accesibilidad”. Y llegó la tertulia en la que se escucharon solicitudes concretas dirigidas al alcalde, pero también quejas a la ciudadanía y testimonios emocionados, como el de Lola Dorado, que envió de manifiesto la impotencia de quienes tienen alguna discapacidad.
El alcalde reconoce que las barreras son mucho más graves y específicas que las manifestaciones en el café, para señalar que el Ayuntamiento conoce los problemas de accesibilidad de la ciudad, pero que hay falta de recursos para eliminarlos. También tenemos que se dispone de estudios de edificios públicos municipales y de un plan en el que ya se está trabajando. Asimismo, anuncio que «me comprometo a licitar en los próximos próximos meses una plataforma que facilite trámites burocráticos», ya que no solo se trata de barreras físicas, como reclamo asociaciones de personas con deficiencias auditivas e intelectuales.
El voluntariado emergente ofreció ayer al alcalde su colaboración para trabajar por una Mérida más accesible capaz de atender las diferencias de las personas con discapacidad, porque como dijo Gregorio, voluntario de AFADISCOP, «no hay personas con discapacidad, sino espacios no adaptados».

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